Por Esther Jovaní Roda
¿Quién es nuestro entrevistado?
Iñaki Moreno empezó su trayectoria actoral a los 16 años con la compañía Lutak Teatre y, en la Universidad-UJI, combinó sus estudios con la escuela de teatro municipal de Castellón y en el taller anual de la propia universidad, en el Aula de Teatre Carles Pons. Durante su ERASMUS en Lisboa se unió al conocido centro teatral Chapitó, al que le acabaría dedicando todo su tiempo, a pesar de que la Universidad Nova le había cooptado como investigador para su Departamento de Geografía, tomando las riendas de su vida para dedicarla a su pasión.
A partir de la invitación de un director bonaerense, en Argentina iniciaría su ya larga estancia por Latinoamérica. No ha dejado de actuar y dirigir, pero hoy nos interesa saber más sobre la técnica Meisner que, en la actualidad, imparte entre España, Uruguay, Chile o Ecuador. Se encontraba en en la escuela de Guayaquil cuando llegó la orden de confinamiento por crisis pandémica provocada por el Covid-19.
La mediación y el Meisner
Desde IVMED agradecemos su disponibilidad, Iñaki. Nos interesa conocer qué podemos, desde la mediación, aprender de la técnica Meisner. En sus vídeos y entrevistas habla en unos términos de relación que me parece muy cerca de algunos principios básicos en la mediación.
Qué está pasando en Guayaquil (Ecuador)
Pero antes, si me lo permite, le pediría que nos hable de la situación en Guayaquil. Nos llegan noticias escalofriantes, imágenes y vídeos, y declaraciones de periodistas de allá, que no dejan lugar a dudas sobre el doble sufrimiento de las familias al verse sin asistencia, ni para con sus muertos. En España hemos estado días pendientes de estas noticias.
Iñaki Moreno: Me han preguntado varias veces por las noticias que están surgiendo en el exterior del país, sobre los muertos quemados en las calles, principalmente. Porque el fondo de la cuestión creo que no difiere tanto al de otros países, actualmente, como podemos ver en Nueva York, o Madrid. Son epicentros de la enfermedad cuyo abordaje dependerá del entramado sanitario público, de su solidez, y de que esté al servicio del pueblo. En tanto en cuanto ese entramado se fue desgastando por las políticas económicas de los países en cuestión, las noticias (no sin cierto afán por atrapar al morboso en lugar de describir las causas) van a ser semejantes a las que ponen a Guayaquil en el centro del caos latinoamericano.Así que convendría tener en cuenta algunos factores que hacen característico el caso aquí: el calor tropical (todo el año), el desmantelamiento salvaje de la sanidad pública, la brecha social entre los, muy pocos, ricos y, la gran mayoría, pobres.
La primera mujer (que se conoció) con Codvid regresaba de España a principios de febrero, y en su viaje visitando a familiares, fue propagando el virus, entre ellos, por dos provincias del país. Además, por lo visto su carga viral era muy alta, por lo que la capacidad de contagio fue muy alta. Su hermana murió. Eran personas de más de 70 años.
Pero el estallido en Guayaquil _en la provincia del Guayas_ se produjo en San Borondón, el “barrio rico” _al que se accede cruzando el río Guayas_, a través de las personas que habían viajado recientemente a Italia y España _ya que son las únicas que pueden permitirse esos viajes con asiduidad_, que no se atuvieron a los consejos (porque por aquél entonces sólo eran consejos que provenían de España, por ejemplo) de cuarentena o, al menos, de diagnosticarse.
Estas familias tienen todas ellas a personas de bajos recursos trabajando como criadas, o jardineros, chóferes, etcétera. Quienes, a pesar algunos de comenzar a tener síntomas, eran igualmente obligados a ir a trabajar.
.Esto estalló. Los barrios más carenciados sufrieron la propagación. Y no sólo eso, cuando comenzaron a tener familiares muertos en sus hogares, su condición económica les impedía contratar un servicio funerario privado, cuando el público ya estaba colapsado;aunque no le no le hacía falta mucho para colapsarse
No tienen tampoco la posibilidad de mantener los ambientes fríos, frescos. Además, aquí nunca se baja de los 20-22 grados. A las pocas horas, supongo que el muerto es un foco de bacterias, y pestilencia, muy peligroso, por lo que, antes de tener esa bomba de relojería dentro de casa, mejor fuera. Y así hicieron. No es difícil pensar que, si el servicio funerario _a veces el ejército_ no llegaba a tiempo, ese cuerpo en descomposición podría ser peligroso para los vecinos de esa calle. Es muy probable que quemarlos fuera la mejor opción.
Supongo que en países donde todo esto comenzó en pleno invierno la cosa cambia. He leído casos de ancianos que fueron encontrados en residencias, muertos. Esto pasa aquí, y a las 8 horas la manzana entera no puede con el olor de la putrefacción rapidísima, por el calor y la humedad.
A día de hoy son más de 7000 los casos. El fuerte incremento también se debe al aumento de las pruebas rápidas que ya se están pudiendo realizar, tras las ayudas recibidas del exterior, principalmente China, con la que tienen fuertes lazos económicos desde el último periodo de Correa. Cabe destacar que más de 1600 casos son personal sanitario. Tienen pocos recursos para su propia protección.
En el día a día, no vivo, en persona, ninguna estridencia, ni se nota el posible histerismo de otros lugares. Todo va tranquilo, la gente va a comprar tranquila, tanto a los comercios del barrio, como a los supermercados. Con las mascarillas, los guantes, guardando la distancia, con bastante compadreo. Sí es cierto que en los grandes supermercados la cosa tiene una regulación más estricta: filas de cientos de metros, con las personas de a una, a dos metros unas de otras. En la puerta un chico te fumiga, te recuerdan que es obligatoria la mascarilla y los guantes, y que no demores, para que puedan comprar el mayor número de personas esa mañana. La fila es de unas 2 horas de media, también provocado por el toque de queda; así que, o compras antes de las 12:30, o ya tienes que esperar al día siguiente.
Hay limitación de circulación de vehículos por días: los lunes, los que tienen placa terminada en 1 y 2, los martes, en 3 y 4, y así. Sábado y prohibido el coche.
De momento, esto será así hasta el 30 de abril. Después, se verá. Las famosas curvas de progresión del virus, en estos momentos, se está acercando más a una pared que a una suave meseta.
Gracias por su testimonio, en primera persona, porque nos ayuda a comprender la realidad que enmarca y contextualiza unas noticias que, como nos indica, representan apenas la punta del iceberg de una realidad, fraguada a partir de la política económica, no sólo de Ecuador sino de toda la región desde tantas décadas atrás. Racionaliza lo que podrían parecer actuaciones inhumanas que, al final, resultan ecuánimes.